- Dra. Pao VR
Qué tan bien comen tus hijos
Una de las principales causas de consulta pediátrica gira alrededor de la #alimentación. Ya sea dudas acerca de lo que puede o no puede comer, si es normal que no quiera comer, si hay vitaminas que le ayuden a crecer, o inquietudes acerca de los comentarios en #redessociales o programas de #televisión o #radio.
Para poder resolver estas dudas, es importante conocer a cada niño en particular y la dinámica en familia. De todas formas, hay maneras tareas muy sencillas que se pueden realizar en casa para mejorar la dinámica de alimentación de todos:
1) Es importante seguir las recomendaciones del #PlatoDelBienComer, el cual nos dice que: la mitad del plato deben ser frutas y/o verduras, y la otra mitad dividirla en carbohidratos complejos y proteínas de origen animal.
Por ejemplo, un #sándwich de pan integral con jitomate, lechuga, cebolla y aguacate puede ser un plato balanceado; también un par de #tacos de pollo y ensalada de zanahoria, brócoli y coliflor.
La creatividad es el límite, lo importante es mantener el balance en cada uno de los alimentos principales, que son desayuno, comida y cena.
2) Las colaciones o el #Lunch de la escuela de preferencia deben ser frutas y/o verduras.
3) Respetemos los horarios de comida. Los periodos prolongados de ayuno, es decir, de no comer, son muy dañinos, igual que la alimentación constante. Hay que permitir al hígado y al páncreas descansar, pero que se alimenten aproximadamente cada 5 a 6 horas.
Plato del Bien Comer
4) El desayuno es un alimento INDISPENSABLE en la dieta de todos. Y lo ideal es que incluya #proteínas de origen animal y #carbohidratos completos, además de su ración de #frutas y/o #verduras, ya que estos le brindan energía al cerebro, y evitan que les de hambre que origine que los #niños busquen #alimentos no sanos durante la escuela.
5) Hay que hacer #ejercicio al menos 1 hora diaria, que también puede ser una dinámica familiar muy saludable física y emocionalmente.
La relación con la comida debe ser positiva, con el fin de evitar trastornos alimentarios en la adolescencia o la edad adulta. Por esto, los momentos de alimentación deben utilizarse para generar una dinámica familiar positiva, que incentive a la comunicación y que permita momentos agradables.
En este mismo tenor, si tu hijo no quiere comer, está bien. No es obligatorio, puede retirarse sin terminarse el plato; sin embargo, NO compenses con sustitutos ante el miedo o sensación de que “debe comer algo”, mejor espérate al siguiente momento de alimentación. Por un par de alimentos que no coma, no habrá consecuencias graves. Pero de esa manera comprenderá que lo que está servido en el plato, debe terminarse, ya que no habrá otro tipo de recompensas después.
Como sugerencia, recuerda que estamos en un momento de #CrisisAmbiental, y somos nosotros los que debemos enseñarle a nuestros hijos a cuidar el #planeta. Cuando vayas a las compras, lleva bolsas reciclables o de tela, y adquiere productos que generen la menor cantidad de basura posible. Esta rutina va a permitir que a nuestros hijos se les vuelva una rutina, y vayamos generando una menor producción de contaminantes.
La comida no sólo es una cuestión nutricional, también influye en ámbitos emocionales, sociales y ambientales. Considera todas las esferas para plantear los alimentos que vas a preparar, pensando en generar poco a poco una rutina saludable para la familia y el planeta.
BIBLIOGRAFÍA
Kliegman, R., Stanton, B., St. Geme, J. W., Schor, N. F., & Behrman, R. E. (2016). Nelson textbook of pediatrics (Edition 20.). Phialdelphia, PA: Elsevier.
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